guarderia las rozas

“Las instalaciones en la escuela infantil son instancias para transitar desde los sentidos –lo empírico y experiencial-  al pensamiento, a través de un escenario lúdico que ofrece una libertad de juego y acción”.

Dentro de un proyecto basado en pedagogías activas, con el niño como centro de la construcción del conocimiento del mundo,  no podían faltar las instalaciones de juego.

Se trata de crear un espacio que invite a observar, pensar, a dar nuevos significados a las cosas, a manipular… Es el niño o la niña el sujeto que interpreta lo que le rodea entrando en una interacción con lo material de forma simbólica. Es decir, deconstruye, toca, utiliza y transforma para volver a construir, otorgándole significados a estos objetos, a la relación entre ellos y al juego con sus compañeros.

Es aquí donde la elaboración de los procesos simbólicos aparece y entran en juego para potenciar la expresión en esta etapa del desarrollo humano. 

Juego pre simbólico y simbólico

El juego pre simbólico y simbólico se hacen presentes y entran en directa correspondencia con este tipo de propuestas.  Los juegos del vaciar y llenar, aparecer y desaparecer, construir y destruir; y el juego “del como sí” o “si esto fuera” emergen en este contexto libre de juego.

Dentro de estos escenarios surgen experiencias en donde niños y niñas circulan entre lo real y lo imaginario.

Este tipo de propuestas favorece también un aprendizaje constructivista donde el niño o la niña es protagonista favoreciendo la consecución de objetivos tales como:

  • El desarrollo y la potenciación de experiencias estéticas que incluyen los diferentes lenguajes de la infancia.
  • La construcción de identidad, como también el valor y respeto por el otro. 
  • Autonomía en la toma de decisiones y en el ámbito psicomotriz.
  • El placer de la transformación otorgando espacios para la imaginación, la creatividad y la confianza.

Es el adulto el que propone un escenario con una intencionalidad y es el niño o la niña el que dispone de él libremente entregándose a la posibilidad infinita de juego y transformación. 

Para ello usaremos;

  • Objetos no estructurados provenientes del reciclaje como botellas, cartón, plásticos, tapas, corchos, papeles, retazos de tela.
  • Distintas materialidades desde un contexto natural tales como arena, hojas, ramas, piedras, plumas, etc.
  • Objetos cotidianos como elementos de cocina, vasos, cucharas, bowls, diversos tipos de contenedores o pelotas, lanas, argollas, esponjas.

escuela de niños

¿Y cómo lo distribuimos en el espacio?

La elección, combinación y posición de los materiales es primordial para darle un sentido estético, armonioso y pedagógico a la propuesta. 

  • Estímulos: El espacio donde montemos la instalación preferentemente debe estar vacío de otros estímulos, paredes lisas sin distracciones, un lugar limpio, acogedor que contenga de la mejor manera a niños y niñas. Propiciamos un ambiente pulcro, pero al mismo tiempo novedoso.
  • Iluminación: El ambiente en su totalidad debe ser placentero, cuidemos la iluminación natural o artificial, con ella podemos crear una atmósfera que incentive aún más la exploración.
  • Diversidad y composición: Las diferentes formas, pesos, colores y estructuras de los objetos seleccionados se vinculan entre sí para complementarse, introducirse y actuar unas sobre otras.  Condicionamos el espacio favoreciendo el contexto simbólico y una apertura hacia el descubrimiento y el intercambio.
  • Disposición: Para disponer los objetos en este espacio puedes inspirarte en las formas que nos ofrece la naturaleza como por ejemplo los espirales; formas geométricas, círculos, cuadrados, rectángulos e incluso seguir un orden como es el caso de los mándalas. Podemos ubicarlos en el suelo, desde el techo (colgados) o ambos.  
  • Cantidad: Es importante que tanto el espacio como la suma de los materiales sean acorde a la cantidad de niños (as) que vivenciarán la propuesta. Que exista una cantidad suficiente para que cada niño (a) manipule los objetos de forma grupal o individual.

  Esta es la nueva propuesta de la que disfrutarán los peques todos los meses en un formato gigante, aunque en el aula ya lo hacen en pequeña escala.

  • Intentaremos que las instalaciones sean únicas y extraordinarias, que se presenten en un tiempo y espacio determinado para el juego infantil, posteriormente esta desaparece hasta que nuevamente proponemos otras relaciones entre objeto y espacio. 
  • Sin olvidar que la invitación a estas propuestas es a jugar, explorar y re significar desde una manera libre. Muchas veces desde la mirada del adulto la instalación de juego se transforma en un caos; niñas y niños manipulan el material tirándolo, esparciéndolo, aplastándolo entre muchas otras acciones. Y sí, puede ser un caos, pero hay que buscar la belleza que encierra ese caos y el placer de observarles para analizar no sólo su momento de desarrollo si no el crecimiento que hay entre una y otra instalación.

¿Os animáis a presentar en casa propuestas similares de juego libre?

Pilar Sevilla

Directora E.I. Caperucita Rosa

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