Aprender a comer sano nos da la posibilidad y la motivación para construir las bases de una vida saludable y activa. La alimentación no sólo es la primera necesidad del ser humano, sino que nos permite crecer sanamente y gozar de buena salud física y mental.
En la E.I. Caperucita Rosa apostamos por enfocar nuestros menús diarios así como los desayunos y meriendas con una perspectiva saludable, sin alimentos procesados y con ingredientes frescos, de temporada y proximidad.
La escuela es un lugar muy importante para adquirir estos hábitos, aquí fomentamos nuevas experiencias y promovemos una alimentación con alimentos reales, sin aditivos ni sustancias añadidas. Si lo incorporamos a su rutina diaria y los padres colaboran plenamente en su desarrollo, creando y apoyando estos nuevos hábitos, conseguiremos que en la edad adulta se consoliden.
Ahora que están descubriendo el mundo, sus colores, sus olores, sus texturas, es el mejor momento para ofrecer estos nuevos alimentos, promover experiencias y cocinar con ellos, predispone a nuestros alumnos a enfrentarse a la novedad, sus sabores y olores diferentes con curiosidad y siempre respetando los ritmos individuales de cada niño.
Este compromiso con su alimentación va más allá del menú diario, involucrando a las familias en este proceso a través de escuelas de padres, talleres prácticos y dotándoles de recursos para continuar en cas este proceso de cambio hacia la salud de todo el entorno familiar. En el dossier que compartimos a través de un código QR y en nuestras redes sociales, podéis encontrar recetas para celebraciones saludables, talleres de cocina en la que los niños participan junto con sus compañeros o simplemente ideas para mejorar los desayunos o las meriendas.
Como todo lo que tiene que ver con el desarrollo y la educación de los más pequeños si el equipo familia-escuela funciona y sigue en una misma dirección, estos hábitos se consolidan y forman parte, si demasiado esfuerzo, de la rutina de cada alumno.